SANTIAGO DE CHILE,
La Iglesia San Francisco ubicada en Santiago de Chile, ha sufrido incendios, pintas y fuertes terremotos, pero es la única obra arquitectónica del país que en 2018 cumplirá 400 años como testigo fiel de los albores de la patria, la fe y la evangelización.
Cuando Chile aún era una capitanía general dependiente del Virreinato del Perú, Pedro de Valdivia encargó a los hermanos franciscanos edificar el templo en el mismo lugar donde él había levantado la ermita a la Virgen del Socorro, imagen muy pequeña que el conquistador español trajo en la montura de su caballo.
Luego de 32 años de construcción, la Iglesia San Francisco fue inaugurada en 1618 y fue posible por el aporte económico de la corona española y los habitantes de la ciudad más el esforzado trabajo de los indígenas del lugar llamados yanaconas.
Los franciscanos se encargaron no solo de que se cumpliera la orden de Valdivia sino además, en su afán de evangelizar a los pueblos americanos, que cada habitante se sintiera parte importante en la edificación del templo y del pueblo de Dios.
La historiadora del arte del Centro de Estudios del Patrimonio de la Universidad Adolfo Ibáñez, María José Castillo, explicó a ACI Prensa que la espiritualidad franciscana se caracteriza porque "se ponen en lugar del otro. Y la divinidad del ser humano para ellos es tremendamente importante. Para ellos el indígena era un igual y ese igual debía ser tratado con la misma dignidad".