VATICANO,
En un mensaje dirigido a los participantes del segundo Simposio Internacional sobre Economía, organizado por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, el Papa Francisco alentó a "repensar la economía" a la luz de la Palabra de Dios y la historia, y destacó que todo el mundo "está llamado a hacer su parte, a usar sus bienes en favor de la solidaridad, del cuidado de la creación, para hacer frente a la pobreza".
A partir del lema del simposio que se celebra en la Pontificia Universidad Antonianum, de Roma, "En la fidelidad al carisma, repensar la economía", el Papa dividió su mensaje en tres puntos: carisma, fidelidad y repensar la economía.
Francisco señaló que "los carismas en la Iglesia no son algo estático o rígido, no son 'piezas de museo'. Más bien son ríos de agua viva que fluyen por el terreno de la historia para irrigarla y hacer germinar la semilla del bien".
"En cierto momento –advirtió–, puede surgir una cierta nostalgia estéril, podemos sentirnos tentados de hacer 'arqueología carismática'. ¡No caigamos en esa tentación! El carisma es siempre una realidad viva, y por ello está llamada a dar fruto, a crecer en la fidelidad creativa".
En este sentido, recordó que "la vida consagrada, por su naturaleza, es signo y profecía del Reino de Dios".
El Pontífice recordó que "hablar del carisma implica hablar de dones, de gratuidad y de gracia, significa moverse en un área de significado iluminada por la raíz 'charis' (caridad)". "Una sociedad sin 'charis' no puede funcionar bien, termina deshumanizada".