MADRID,
Austria sienta un precedente para reconocer la vida del no nacido. En este caso el gobierno dirigido por los socialdemócratas ha obtenido el apoyo suficiente para sacar adelante una reforma que permite a los padres inscribir en el Registro Civil a los niños fallecidos antes de nacer con un peso inferior de 500 gramos.
Esta medida que ha salido gracias al apoyo de los Cristianos Demócratas y los Socialistas otorga a los padres un certificado de nacimiento de su hijo fallecido, así como el certificado de fallecimiento donde consta el nombre del bebé.
Por ahora, es el primer país europeo que ha aprobado una medida con características similares pero es un gran paso para reconocer no solo que los niños concebidos son seres humanos, sino que tienen personalidad jurídica propia.
La Ministra de la Familia austriaca Sophie Karmasin se ha mostrado satisfecha con la medida. Según publica el medio Kurier, la ministra asegura que se trata de una medida "que ayudará a los padres a superar la muerte de sus hijos".
Sin embargo, ha afirmado que los padres necesitarán un informe del hospital que confirme el fallecimiento para que comiencen los trámites de reconocimiento.
Aun así, la ministra ha detallado que todavía están estudiando si esta medida se puede aplicar con carácter retroactivo.