ROMA,
El Secretario de Estado de la Santa Sede, Cardenal Pietro Parolin, se dirigió hoy a los miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cuya sede se encuentra en Roma, con motivo de la Jornada Mundial de la Pesca.
El Cardenal Parolin aprovechó su presencia ante dicho foro para denunciar la situación de esclavitud en que trabajan muchos pescadores.
Tras reconocer que "el sector pesquero ofrece una contribución decisiva a la seguridad alimenticia global, al bienestar humano y a la prosperidad económica", y que "es particularmente importante para la supervivencia de las comunidades pesqueras a pequeña escala de muchos Estados", el Secretario de Estado pidió medidas efectivas que garanticen la dignidad de los trabajadores del sector pesquero.
"La pesca da empleo a millones de personas, y permite el sostenimiento de familias, grupos y comunidades", señaló. "Esto es especialmente importante para los países en vías de desarrollo donde los productos pesqueros representan a menudo la mitad de la actividad económica".
Sin embargo, "es necesario que la visión económica no haga olvidar la garantía del bienestar humano compatible con el cuidado medioambiental, con el objetivo de crear prosperidad a largo plazo sostenible para las generaciones actuales y futuras".
Por estas razones, "la promoción de una pesca y de una acuicultura sostenible y responsable debe ser una preocupación fundamental en todas las iniciativas nacionales e internacionales".