VATICANO,
El Vaticano ha presentado la nueva Carta Apostólica del Papa Francisco "Misericordia et misera" (Misericordia y miseria) con la que el Pontífice espera que la Iglesia prosiga el camino de la misericordia y la viva de forma tan intensa como en el Jubileo. Además, ha hecho balance del Año Santo que acaba de concluir.
Mons. Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y encargado de la organización del evento, recordó en conferencia de prensa este lunes 21 de noviembre, que el deseo del Papa Francisco era "hacer que los creyentes vivieran la experiencia de la misericordia para convertirse en instrumentos de misericordia".
"No se puede olvidar que, sin embargo, el Jubileo es esencialmente una experiencia religiosa y espiritual", afirmó el Presidente del Pontificio Consejo, quien también habló del recorrido para llegar hasta la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Este recorrido "tenía la misión de evidenciar que en medio de la ciudad y los turistas se creara un espacio particular para la peregrinación, la reflexión, y la oración".
Sobre los llamados Viernes de Misericordia, en los que un viernes al mes el Papa salía del Vaticano y hacía algún gesto hacia los más pobres y necesitados, Mons. Fisichella afirmó que "han sorprendido a la opinión pública" que "ha sido puesta frente a las nuevas pobrezas de nuestro mundo, pero también a la respuesta simple y operativa de la Iglesia".
El Prelado también comentó que "si algunos pensaron que el Jubileo sería en primer lugar una fuente de ganancias, sobre todo en un momento de crisis como el presente, han equivocado su significado más profundo". "Me ha disgustado, pero cada cosa tiene su razón de ser", remarcó. "De todas formas, pensar en comprometer un evento como el Jubileo para instrumentalizarlo con fines diferentes no merece réplica", añadió.
Unos 950 millones de personas atravesaron alguna Puerta Santa