VATICANO,
El Papa Francisco advirtió, en la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, contra la idolatría del dinero, y señaló que no se puede servir al mismo tiempo a Dios y al "dios-dinero".
Se trata de un pecado que, incluso, resulta más grave cuando lo comete un sacerdote. "La gente no perdona a un sacerdote apegado al dinero", subrayó.
El Papa describió cómo en ocasiones "el dios-dinero, trata de entrar en la casa de Dios, que es una casa de oración, una casa de encuentro con el Señor, que es el Dios del amor".
El dios-dinero "puede arruinar nuestra vida, puede llevar nuestras vidas hacia el mal, sin felicidad, sin la alegría de servir al verdadero Señor, que es el único capaz de darnos la verdadera alegría", afirmó.
Se trata de una elección personal, explicó el Santo Padre. "¿Cómo es su actitud con el dinero? ¿Están apegados al dinero?".
Francisco destacó la capacidad del pueblo de Dios para perdonar muchas debilidades y pecados de los sacerdotes, "pero hay dos que no puede perdonar: la adhesión al dinero y el maltrato a los fieles".