SANTIAGO DE CHILE,
Confesiones, bendiciones a locales y Misas son las actividades que ha realizado la diócesis San Juan Bautista de Calama, en el contexto del Año de la Misericordia y que por un momento han cambiado el sentido del comercio en la ciudad que se ubica a 1500 kilómetros de Santiago.
El pasado 5 de noviembre sacerdotes, religiosas y diáconos llegaron hasta la feria El Loa con el propósito de salir al encuentro de los trabajadores, transeúntes y clientes del lugar, llevar la Palabra de Dios y su perdón.
"Hoy ha florecido un jardín de flores, de buenas intenciones, de buenos deseos. Porque cada vez que nos pedían la bendición para su local o para ustedes es un buen deseo. Bendecir significa decir bien, hablar bien del otro. Dios dice bien de ustedes, de su trabajo, de su solidaridad, de su justicia, de su honestidad", expresó el Obispo de Calama, Mons. Óscar Blanco.
"Seamos personas cristianas de bendición y nunca de maldición. Llevemos siempre bendiciones a los demás, buenos deseos y sentimientos para que florezca la alegría, el gozo y sobre todo la esperanza en estos tiempos", agregó.
Con esa buena experiencia, "Callejeando nuestra fe" -nombre que le dio el Obispo a la actividad- continuó la misión el martes 8 en el Mall Plaza Calama con una motivación aún mayor, dada la acogida de las personas en el lugar anterior.