LIMA,
La Iglesia enseña en el Catecismo que "los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo".
"La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados", señala en el numeral 1031 del Catecismo.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Carlos Rosell, doctor en Sagrada Teología por la Universidad de Navarra, dio 5 claves que los católicos deben tener en cuenta para comprender el dogma del Purgatorio.
Actualmente entendemos por dogma una verdad que pertenece al campo de la fe o de la moral, que ha sido revelada por Dios, transmitida desde los Apóstoles ya a través de la Escritura, ya de la Tradición, y propuesta por la Iglesia para su aceptación por parte de los fieles. Brevemente, "dogma" puede ser definido como una verdad revelada definida por la Iglesia.
1. No es un invento, está fundamentado en la Biblia
En el Antiguo Testamento se habla de la oración por los difuntos, pero es la Iglesia que apoyándose de toda la Escritura ha definido el dogma del Purgatorio. Por primera vez lo enseñó en el II Concilio de Lyon en la Profesión de fe de Miguel Paleólogo.