DENVER,
Sor María Socorro es una religiosa que se dedica a acompañar a los enfermos terminales en su agonía. Pasa noches y, si es necesario, madrugadas enteras junto a ellos dándoles consuelo y acompañándolos en su tránsito a la Casa del Padre.
Sor María Socorro contó al periódico estadounidense Los Angeles Times que para ella la cama donde está acostado el enfermo "es la Cruz" y el paciente "es Cristo".
Una de sus pacientes actuales es Esperanza Calderón, una mujer de 70 años que tiene un tumor en la cabeza y que no puede moverse sola. Todas las noches un voluntario la recoge a las 7:00 p.m. y la lleva a la casa de Esperanza. Allí se queda toda la madrugada rezando con la enferma, consolándola y atendiéndola. También le lleva la comunión.
La hermana relató que suele rezar antes del amanecer para fortalecerse y poder hacer frente a la muerte, que siempre es una posibilidad cada noche que sale a servir. Al igual que sus hermanas, Sor María Socorro atiende a un solo paciente durante un mes.
"Llegas a conocerlos. Lloro cuando fallecen o cuando estoy consolando a la familia. Es normal. Es humano", expresó. La religiosa comentó que en ocasiones sus pacientes le preguntan: "¿Por qué yo? ¿Por qué estoy sufriendo?". Ella les responde: "Dios tiene un propósito mejor para ti".