ROMA,
Mons. Claudio Maria Celli, enviado del Vaticano que acompaña el diálogo entre la oposición y el gobierno de Venezuela, advirtió que si este esfuerzo fracasa "el camino podría verdaderamente ser el de la sangre".
Entrevistado por el diario argentino La Nación, Mons. Celli, Presidente Emérito del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, señaló que reza por la paz en Venezuela, y advirtió que un fracaso en el diálogo haría que "si acaso en una delegación o la otra quieren terminar con el diálogo, no es el Papa sino el pueblo venezolano el que va a perder, porque el camino podría verdaderamente ser el de la sangre".
"Y hay gente que no tiene miedo de que haya derramamiento de sangre", lamentó.
"El problema no es que la Santa Sede pierda la cara, es el pueblo venezolano el que se hunde más", dijo.
La crisis económica y social en Venezuela ha llegado a un punto muy alto de conflicto, tras las repetidas trabas del presidente del país, Nicolás Maduro, al proceso revocatorio iniciado por los grupos políticos de oposición.
El 20 de octubre, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela frenó el proceso revocatorio. Como respuesta, convocados por la oposición al gobierno de Maduro, a fines de octubre cientos de miles se manifestaron en las principales ciudades del país en la "toma de Venezuela".