VATICANO,
En su mensaje previo al rezo del Ángelus, el Papa Francisco destacó que "si no hubiera referencia al Paraíso y a la vida eterna, el cristianismo se limitaría a ser una ética, una filosofía de vida". Por el contrario, "el mensaje de la fe cristiana proviene del cielo, ha sido revelado por Dios y va más allá de este mundo".
Bajo una intensa lluvia, una multitud de peregrinos se congregaron en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, para escuchar las palabras del Santo Padre.
El Papa recordó cómo Jesús contestó a los saduceos, que no creían en la resurrección, que trataban de ponerle en apuros y ridiculizar le resurrección: "Presentan un caso paradójico y absurdo: una mujer que ha tenido siete maridos, todos ellos hermanos, y que uno tras otro fueron muriendo. Y entonces plantearon la pregunta maliciosa a Jesús: en la resurrección, ¿de quién será esposa esa mujer?".
Sin embargo, "Jesús no cae en la trampa y reafirma la verdad de la resurrección, explicando que la existencia después de la muerte será muy diferente a la existencia en la tierra. Deja claro a sus interlocutores que no es posible aplicar las categorías de este mundo a la realidad del más allá, una realidad más grande que lo que vemos en esta vida".
La respuesta de Jesús es muy clara: "los hijos de este mundo toman mujer o marido; pero los que alcancen a ser dignos de tener parte en aquel mundo y en la resurrección de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido".
Con estas palabras, dijo el Papa, "Jesús quiere explicar que en este mundo vivimos una realidad provisional, que tiene un fin. Sin embargo, en el más allá, después de la resurrección, no vamos a tener la muerte como un horizonte, y viviremos todo, incluso los vínculos humanos, en la dimensión de Dios, en una dimensión transfigurada".