VATICANO,
El Sustituto de la Secretaría de Estado Vaticano, Mons. Giovanni Angelo Becciu, deploró las declaraciones difundidas el 30 de octubre en una radio local, en las que un sacerdote dijo que los terremotos ocurridos en Italia eran un "castigo divino" por la aprobación de las uniones homosexuales. La autoridad vaticana dijo que son "afirmaciones ofensivas para los creyentes y escandalosas para quien no cree".
El domingo 30 el P. Giovanni Cavalcoli respondió en Radio María a la consulta de un radioyente sobre si los sismos ocurridos en el centro del país son consecuencia de la aprobación de leyes contrarias a Dios, como la legalización de las uniones homosexuales en mayo pasado.
El sacerdote, que hizo un análisis del pecado mortal y sus consecuencias en la salvación de las personas, señaló que "desde el punto de vista teológico estos desastres son consecuencia del pecado original, por tanto se pueden considerar verdaderamente como castigo del pecado original. También si la palabra no gusta, la digo igual, es una palabra bíblica, no hay ningún problema. Naturalmente se necesita entender bien qué cosa se entiende por castigo".
Sin embargo, dijo que es "un discurso muy delicado" pensar si estos desastres "no serán un castigo divino por las acciones cometidas hoy en nuestra sociedad". Pero, sin entrar en la "casi superstición", recordó que el terremoto derrumbó la iglesia de Nursia que recuerda a San Benito, el padre de la civilización cristiana europea, actualmente en una "gravísima crisis".
"En fin, se tiene la impresión que estas ofensas se causan a la ley divina, piensen en la dignidad de la familia, la dignidad del matrimonio, a la misma dignidad de la unión sexual". Es para pensar "que estamos delante, llamémoslo castigo divino".
"Ciertamente es un reclamo muy fuerte de la Providencia, pero no tanto en el sentido, no digamos en el sentido aflictivo, sino en el sentido de reclamo a la conciencia, para reencontrar los que son los principios de la ley natural", expresó.