BUENOS AIRES,
A un mes del fallecimiento del "cura villero" P. Juan Viroche en Argentina, la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal hizo un llamado a luchar contra "la expansión del narcotráfico y la secuela de sufrimiento que la drogodependencia produce en muchos de nuestros hermanos".
El P. Viroche, de 46 años, fue encontrado ahorcado el 5 de octubre en su parroquia Nuestra Señora del Valle, de la localidad de Ingenio La Florida en Tucumán. Era conocido por su comprometido trabajo con los fieles, el acompañamiento y prevención en drogas hacia los jóvenes, además de sus mensajes y denuncias contra el narcotráfico.
"El Padre Juan se enfrentó con valentía a las mafias que manejan el narcotráfico, y que lo habían amenazado a él y a otras personas de su comunidad" afirmó la Comisión en un comunicado, donde también expresó su cercanía a los afectados "por la muerte de su pastor y antes de eso, por el daño que causan en ella la droga, el crimen y la corrupción".
"Las circunstancias de su trágica muerte deben ser esclarecidas por la Justicia, pero en cualquier caso, ella ha puesto de manifiesto una situación de inusitada e intolerable gravedad", sostuvieron.
Además de lamentar que la gran cantidad de dinero que mueve el narcotráfico está manchado "mayoritariamente" con "sangre de los pobres", la Comisión advirtió que "ninguna lucha contra el narcotráfico podrá ser exitosa sin inclusión y desarrollo social".
Afirmaron que "ya son muchas las víctimas a lo largo y a lo ancho de nuestro país" y constataron "con alarma y con dolor, que las bandas criminales están infiltradas en distintos sectores e instituciones de nuestra sociedad".