Malmö,
Miles de fieles participaron en la Misa que el Papa Francisco presidió en el estadio de Malmö en Suecia con motivo de la Fiesta de Todos los Santos.
En la homilía que pronunció, el Pontífice explicó que la principal característica de los santos es la alegría y afirmó que "las bienaventuranzas son el perfil de Cristo y, por tanto, lo son del cristiano".
"Los santos logran cambios gracias a la mansedumbre del corazón. Con ella comprendemos la grandeza de Dios y lo adoramos con sinceridad; y además es la actitud del que no tiene nada que perder, porque su única riqueza es Dios", afirmó.
Con esta fiesta "recordamos así, no sólo a aquellos que han sido proclamados santos a lo largo de la historia, sino también a tantos hermanos nuestros que han vivido su vida cristiana en la plenitud de la fe y del amor, en medio de una existencia sencilla y oculta. Seguramente, entre ellos hay muchos de nuestros familiares, amigos y conocidos".
Francisco recordó que es "la fiesta de la santidad", una santidad "que tal vez no se manifiesta en grandes obras o en sucesos extraordinarios, sino la que sabe vivir fielmente y día a día las exigencias del bautismo".
"Una santidad hecha de amor a Dios y a los hermanos. Amor fiel hasta el olvido de sí mismo y la entrega total a los demás, como la vida de esas madres y esos padres, que se sacrifican por sus familias sabiendo renunciar gustosamente, aunque no sea siempre fácil, a tantas cosas, a tantos proyectos o planes personales".