ESTOCOLMO,
El encuentro ecuménico que presidió el Papa Francisco tuvo lugar en el Malmö Arena en el que estuvo acompañado de representantes de la Iglesia Luterana. El Pontífice escuchó algunos testimonios y después ofreció un discurso en el que habló de varios temas como la creación, la ayuda a los refugiados o la persecución que sufren los cristianos en Siria.
El Santo Padre dijo en su discurso que para los cristianos es "una prioridad salir al encuentro de los desechados, (...) de los que son marginados de nuestro mundo, y hacer palpable la ternura y el amor misericordioso de Dios, que no descarta a nadie, sino que a todos acoge. ¡A nosotros cristianos hoy se nos pide protagonizar la revolución de la ternura!"
En el evento se escucharon cuatro testimonios antes de las palabras del Pontífice. El primer testimonio fue el de Sunemia Pranita, de India, quien habló de la importancia de cuidar la creación. Por su parte, el colombiano Mons. Héctor Gaviria Henao, director de Cáritas en el país, contó su experiencia respecto al conflicto armado y el proceso de paz.
Marguerita Barankitse, de Burundi, dio su testimonio sobre ayudar a los más pobres. El último fue Rose Lokonyen, de Sudán del Sur y miembro del equipo olímpico de refugiados que habló de cómo el deporte le ayuda en su vida.
En respuesa a Sunemia Pranita, el Santo Padre dijo que la creación "es una manifestación del inmenso amor de Dios para con nosotros; por eso, también por medio de los dones de la naturaleza nosotros podemos contemplar a Dios".
"Comparto tu consternación por los abusos que dañan nuestro planeta, nuestra casa común, y que generan graves consecuencias también sobre el clima", dijo para añadir a continuación: "estamos llamados a cultivar una armonía con nosotros mismos y con los demás, pero también con Dios y con la obra de sus manos".