Malmö,
El Papa Francisco acudió al Palacio Real de Lund para saludar al rey Carlos XVI Gustavo de Suecia y a la reina Silvia, y agradecerles su acogida en el país nórdico.
A las 13 horas 50 minutos llegaron los reyes al Palacio, entre fuertes medidas de seguridad. Una multitud, que les esperaba a la entrada, les dedicó una fuerte ovación. Los monarcas se detuvieron brevemente para responder al saludo.
Unos minutos después llegó el Papa, protegido también por un fuerte dispositivo de seguridad. La gente congregada coreaba el nombre del Papa y cantaba himnos religiosos.
En el momento en el que el Papa descendió del vehículo comenzaron a escucharse gritos en español: "¡Esta es la juventud del Papa!" y "¡Viva el Papa!". Acto seguido, entró en el Palacio para la audiencia privada con los monarcas suecos.
Según informó la Sala de Prensa de la Santa Sede, el Papa y los reyes de Suecia se intercambiaron regalos como símbolo de amistad.
El Santo Padre les entregó un grabado con la representación Misericordiae Vultus. Fue realizado por el maestro Patrizio Di Sciullo a partir de un diseño del maestro Pierluigi Isola.