DENVER,
El P. Vincent Lampert, exorcista y párroco en la Arquidiócesis de Indianápolis (Estados Unidos), afirmó que los padres deben recordar los orígenes cristianos de Halloween y aclaró que el problema de esta fiesta no está en los disfraces o dulces.
"En última instancia, no creo que haya nada malo con que los niños se pongan un traje, se vistan de vaquero o Cenicienta y pasen por el barrio pidiendo dulces. Es una diversión sana", dijo en 2020 el P. Lampert en diálogo con CNA, agencia en inglés del Grupo ACI.
El sacerdote aseguró que el peligro radica en los trajes que glorifican el mal deliberadamente e infunden miedo, o cuando las personas pretenden "obtener poderes especiales" a través de la magia y brujería, aunque sea solo por diversión.
"En el libro de Deuteronomio, en el capítulo 18, se habla de no intentar consultar a los espíritus de los muertos, tampoco a los que practican magia, brujería o actividades afines. Aquello sería una violación de un mandamiento de la Iglesia, al colocar otras cosas por delante de la relación con Dios".
"Y ese sería el peligro de Halloween. Que de alguna manera Dios se pierde en todo esto, que la connotación religiosa se pierda y finalmente la gente glorifique el mal", añadió.
También dijo que es importante recordar que el diablo y los espíritus malignos no tienen ninguna autoridad adicional en Halloween, aunque lo parezca.