VATICANO,
Una vez más, la Plaza de San Pedro albergó una Audiencia Jubilar con motivo del Año Santo y en ella el Papa Francisco ofreció una catequesis sobre el "diálogo" a los cerca de 100.000 fieles que participaron.
"El diálogo derriba los muros de las divisiones y de las incomprensiones, crea puentes de comunicación y no consiente que nadie se aísle, cerrándose en su pequeño mundo", señaló.
El Pontífice manifestó que "el diálogo permite a la persona conocerse y comprender las exigencias los unos de los otros". Pero "ante todo es un signo grande de respeto porque pone a las personas en actitud de escucha y en la condición de recibir los aspectos mejores del interlocutor".
El Papa también explicó que el diálogo "es expresión de caridad, porque puede ayudar a buscar de nuevo y a compartir el bien común". "Nos invita a ponernos delante al otro y verle como un don de Dios que nos interpela y nos pide ser reconocido", añadió.
Francisco advirtió de que "no dialogamos cuando no escuchamos suficiente o tendemos a interrumpir al otro para demostrar tener razón". "El verdadero diálogo necesita de momentos de silencio en los que acoger el don extraordinario de la presencia de Dios en el hermano".
El Obispo de Roma invitó por tanto a ello porque "ayuda a las personas a humanizar las relaciones y a superar las incomprensiones".