ROMA,
"La guerra en Yemen crea un clima general de inseguridad y odio bajo el cual todo el mundo sufre: musulmanes y no musulmanes", aseguro Mons. Paul Hinder, Vicario Apostólico del Sur de Arabia.
En declaraciones a ACI Prensa, Mons. Hinder analizó algunos aspectos de la guerra que desde marzo de 2015 enfrenta a diferentes facciones suníes y chiítas en Yemen con la intromisión de naciones extranjeras como Arabia Saudí e Irán.
El Vicario Apostólico lamentó que "millones de personas están sufriendo, e incluso muriéndose de hambre". No obstante, señaló que "el problema no es solo interno. Las intromisiones del extranjero no ayudan a encontrar una solución al conflicto actual".
El Prelado dijo además que "deberíamos ser conscientes de que, tanto en Yemen como en Siria, hay mucha gente enriqueciéndose con el tráfico de armas y que no están en absoluto interesados en que finalice la violencia".
El 4 de marzo de 2016, un grupo de terroristas asaltó el Hogar de Ancianos de las Misioneras de la Caridad, en la ciudad yemení de Aden. Los extremistas asesinaron a cuatro religiosas y a 12 de sus colaboradores, la mayoría de los cuales eran musulmanes.
Además, ese mismo día secuestraron al sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil. Durante la Audiencia General en la plaza de San Pedro del 3 de septiembre, Sor Sally, la única Misionera de la Caridad sobreviviente del ataque, conmovió al Papa Francisco, y a todos los fieles congregados, con su testimonio de fe.