VATICANO,
En el marco de los Viernes de Misericordia, celebrados con motivo del presente Año Jubilar, el Papa Francisco visitó la Aldea Infantil SOS situada en el barrio romano de Boccea. Francisco conversó con los niños y niñas residentes en el centro de acogida, donde viven huérfanos y menores de edad con dificultades personales, familiares o sociales.
Acompañados por el personal del centro, los niños llevaron al Papa a recorrer las zonas verdes de la Aldea Infantil, el campo de fútbol y el pequeño parque de juegos. Después, le enseñaron sus habitaciones y sus juguetes. El Santo Padre pudo conversar y merendar junto a ellos.
Las Aldeas Infantiles SOS nacieron en Austria en 1949. Su fundador, Herman Gmeiner, un joven estudiante de medicina, se sintió profundamente conmocionado por los cientos de niños que se quedaron sin padres como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial.
Decidió, entonces, abrir la primera Aldea Infantil SOS, un centro de acogida con un modelo de atención innovador que proporcionaba a los niños una familia verdadera y una vida lo más normalizada posible. Se trataba de un modelo que contrastaba fuertemente con el sistema de orfanatos imperante en el momento.
La Aldea Infantil de Boccea se compone de cinco casas, habitada cada una por un máximo de seis niños o niñas tutelados por una "Madre SOS". El modelo educativo está pensado de tal modo que facilita el seguimiento y apoyo a los niños durante su crecimiento como personas. Se les acompaña, como si se tratara de una familia real, en todas las etapas de su desarrollo y se les ofrece todos los mecanismos para una exitosa integración en la sociedad.