MADRID,
Lucía Montero, madre de Carla, una alumna del colegio Juan Pablo II de Alcorcón en España, ha enviado una carta en la que asegura sentirse amenazada "por querer una educación acorde con nuestros valores".
"Sé que nos castigan por ser católicos. Quieren forzarnos a asumir una ideología que afirma cosas contrarias a nuestros fundamentos más íntimos, y si no lo hacemos, nos perseguirán sin importarles el sufrimiento de los niños y de las familias", precisa y pide a través de una recogida de firmas que se le permita educar a su hija según sus convicciones.
Recientemente la Junta del Gobierno Autonómico de Madrid decidió enviar una inspección al colegio Juan Pablo II de Alcorcón después de que su director enviara una carta a las familias del colegio calificando la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y No Discriminación, también conocida como ley contra la LGTBfobia aprobada el pasado julio, como "fanatismo terrorista".
Esta ley, entre otros aspectos, pretende imponer la "educación en la diversidad sexual" en los colegios públicos y concertados: de origen privado pero que reciben subvenciones estatales fundamentales para su supervivencia.
Ante esta situación de "incertidumbre ante el futuro escolar" de su hija, Montero ha abierto una recogida de firmas para pedir al consejero de Educación de Madrid, Rafael van Grieken, "que no condene a mi hija Carla, a los niños, a las familias y al colegio a quedarse sin el concierto educativo", ya que según precisa, "no hemos hecho nada malo, sólo ser coherentes con nuestras creencias".
"Lo único que deseo es que mi hija reciba una buena educación basada en valores cristianos. Elegimos este colegio porque sabíamos que Carla estaría en las manos de profesores que le inculcarían el amor por el bien, la verdad, el respeto hacia los demás y que harían de ella una persona responsable y libre", precisa Lucía Montero en la carta.