ROMA,
"Corremos el riesgo de reducir el sagrado misterio a buenos sentimientos", advirtió el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Cardenal Robert Sarah, en una entrevista donde recordó la importancia del "silencio" dentro de la liturgia como camino para llegar a Dios, destacado por el Concilio Vaticano II
"El silencio no es una idea; es el camino que permite a los seres humanos ir a Dios", afirmó el Purpurado en declaraciones al diario francés "La Nef" con ocasión de la publicación de su libro "La fuerza del Silencio: Contra la dictadura del ruido".
El Cardenal africano no dudó "en declarar que el silencio sagrado es una ley cardinal en toda la celebración litúrgica" que permite a los fieles ingresar en el misterio celebrado. "El Concilio Vaticano II enfatiza que el silencio es un medio privilegiado para promover la participación del pueblo de Dios en la liturgia", afirmó durante la entrevista difundida en inglés por The Catholic World Report.
Sin embargo, advirtió que "bajo el pretexto de hacer fácil el acceso a Dios, algunos quisieron que todo en la liturgia sea inmediatamente inteligible, racional, horizontal y humano. Pero actuando de esa manera, corremos el riesgo de reducir el sagrado misterio a buenos sentimientos".
"Bajo el pretexto de la pedagogía, algunos sacerdotes permiten un sinfín de comentarios que son sosos y mundanos. ¿Están estos pastores temerosos de que el silencio en presencia del Altísimo pueda desconcertar a los fieles? ¿Creen que el Espíritu Santo es incapaz de abrir los corazones a los divinos Misterios vertiendo sobre ellos la luz de la gracia espiritual?", cuestionó.
"Dios es silencio, y el demonio es ruidoso. Desde el inicio, Satanás ha buscado enmascarar sus mentiras bajo una agitación falaz, resonante", señaló la autoridad vaticana.