BAKÚ,
En el encuentro interreligioso que sostuvo en Azerbaiyán, el Papa Francisco explicó que la gran tarea de las religiones en el mundo consiste en acompañar a los hombres en la búsqueda del sentido de la vida.
Antes de su intervención, el Papa se encontró en privado con el jeque de los musulmanes en el Cáucaso, con quien intercambió algunos dones y con quien conversó durante algunos minutos.
Luego el líder islámico dirigió unas palabras al Pontífice en las que resaltó su preocupación por los migrantes, su condena al terrorismo y sus causas, y su rechazo a la xenofobia. También destacó el importante papel en la comunidad internacional y los esfuerzos de la Iglesia por la resolución de conflictos y la promoción de la paz, también en el Cáucaso.
Tras las palabras del jeque musulmán en la mezquita Heydar Aliyev, el Santo Padre resaltó ante los líderes islámicos, ortodoxos y judíos presentes que "las religiones tienen precisamente una gran tarea: acompañar a los hombres en la búsqueda del sentido de la vida, ayudándoles a entender que las limitadas capacidades del ser humano y los bienes de este mundo nunca deben convertirse en un absoluto".
"Las religiones –continuó– están llamadas a hacernos comprender que el centro del hombre está fuera de sí mismo, que tendemos hacia lo Alto infinito y hacia el otro que tenemos al lado. Hacia allí está llamada a encaminarse la vida, hacia el amor más elevado y más concreto: sólo este puede ser el culmen de toda aspiración auténticamente religiosa".
"La religión –precisó el Papa– es una necesidad para el hombre, para realizar su fin, una brújula para orientarlo hacia el bien y alejarlo del mal, que está siempre al acecho en la puerta de su corazón. En este sentido, las religiones tienen una tarea educativa: ayudar al hombre a dar lo mejor de sí".