TIFLIS,
La visita del Papa Francisco a Georgia y Azerbaiyán tiene un marcado carácter interconfesional, por lo que varios de los actos que tendrá durante el viaje contarán con la participación de varias religiones. Por ello, se reunió en la sede del patriarcado de Georgia con Su Beatitud Ilia II, cabeza de la Iglesia Ortodoxa y apostólica georgiana, y pidió poner por encima de todo la evangelización y el deseo de paz.
En su discurso, el Santo Padre recordó la visita del Patriarca al Vaticano en 1999, con San Juan Pablo II. "Santidad, con vuestra visita histórica al Vaticano, la primera de un Patriarca georgiano, usted abrió una nueva página en las relaciones entre la Iglesia Ortodoxa de Georgia y la Iglesia Católica. En aquella ocasión, intercambió con el Obispo de Roma el beso de la paz y la promesa de rezar el uno por el otro", afirmó Francisco.
Después de valorar positivamente las relaciones entre la Iglesia ortodoxa de Georgia y la Católica, Francisco explicó que ha llegado al país "como peregrino y amigo, he llegado a esta tierra bendita, cuando está a punto de concluir para los católicos el Año Jubilar de la Misericordia".
"Ahora, la Providencia divina ha querido que nos encontremos de nuevo y, frente a un mundo sediento de misericordia, de unidad y de paz, nos pide que se dé un nuevo impulso, un renovado fervor a los lazos que nos unen, signo elocuente de los cuales es el beso de la paz y nuestro abrazo fraternal".
El Papa aseguró que a pesar de las diferencias "nos sostiene en esto el amor que transformó la vida de los Apóstoles. Es el amor sin igual, que el Señor ha encarnado".
"Realmente el amor del Señor nos eleva, porque nos permite alzarnos por encima de las incomprensiones del pasado, de los cálculos del presente y de los temores del futuro", añadió.