TIFLIS,
En la tarde de su primer día en Georgia, el Papa Francisco celebró un encuentro con la comunidad asirio-caldea del país después de su encuentro con el Patriarca Ilia II.
La celebración se realizó en la iglesia de San Simón Bar Sabbae de la capital, Tiflis y a su llegada Francisco fue acogido por el Patriarca de Babilonia de los Caldeos, Louis Raphaël Sako y por el párroco de la misma.
El Santo Padre entró en procesión hacia la capilla del Santísimo entre los fieles de la diáspora asirio-caldea. Después de un canto y una oración recitada en arameo, el Papa recitó la siguiente oración por la paz:
Señor Jesús,
adoramos tu cruz,
que nos libra del pecado,
origen de toda división y de todo mal;
anunciamos tu resurrección,
que rescata al hombre de la esclavitud del fracaso y de la muerte;
esperamos tu venida gloriosa,
que realiza el cumplimiento de tu reino de justicia, de gozo y de paz.
Señor Jesús,
por tu gloriosa pasión,
vence la dureza de los corazones, prisioneros del odio y del egoísmo;
por el poder de tu resurrección,
arranca de su condición a las víctimas de la injusticia y de la opresión;
por la fidelidad de tu venida,
confunde a la cultura de la muerte y haz brillar el triunfo de la vida.
Señor Jesús,
une a tu cruz los sufrimientos de tantas víctimas inocentes:
los niños, los ancianos, los cristianos perseguidos;
envuelve con la luz de la Pascua a quienes se encuentran profundamente heridos:
las personas abusadas, despojadas de su libertad y dignidad;
haz experimentar la estabilidad de tu reino a quienes viven en la incertidumbre:
los exiliados, los refugiados y quienes han perdido el gusto por la vida.