MADRID,
El Obispo de Córdoba en España, Mons. Demetrio Fernández, alertó que el "infierno se adelanta en la tierra cuando no somos capaces de amar", en su reciente carta pastoral en la que reflexiona sobre el evangelio del rico y el pobre Lázaro.
"Este domingo, en el Evangelio, Jesús nos propone la parábola del pobre y del rico. El rico vivía, gastaba, derrochaba, no le faltaba de nada. El pobre, sin embargo, no tenía ni para comer, no tenía ni para cubrir sus necesidades elementales, vivía marginado de la sociedad y sin posibilidad de salir de esa situación".
El Prelado recuerda que el rico del evangelio se iba haciendo cada vez más egoísta y cerrándose en su capacidad de amar, "hasta que se hizo incapaz totalmente, y fue al infierno".
"De alguna manera, ese infierno se adelanta en la tierra cuando no somos capaces de amar, cuando somos queridos y no somos capaces de corresponder. El infierno, ya en la tierra, es ese blindaje ante el amor, que hace infeliz a la persona humana, porque estamos hechos para amar".
"Y esa actitud obstinada de cerrazón al amor puede conducir a uno hasta la perdición total incluso más allá de la muerte, eso es el infierno eterno", explica el Obispo de Córdoba.
El pobre también murió y fue recibido por Dios en el Cielo donde recibió su recompensa. "La vida nos va despojando progresivamente, para que confiemos en Dios cada vez más".