VATICANO,
El Papa Francisco celebró el Jubileo de los Catequistas con una Misa en la Plaza de San Pedro a la que asistieron catequistas de todo el mundo y a los que aseguró que el cristiano está llamado a hacer historia, sin embargo, el que vive todo para sí no.
Francisco comentó en su homilía la liturgia de la Palabra y afirmó que San Pablo "parece que quiere que fijemos nuestros ojos fijos en lo que es esencial para la fe". "No recomienda una gran cantidad de puntos y aspectos, sino que subraya el centro de la fe. Este centro, alrededor del cual gira todo, este corazón que late y da vida a todo es el anuncio pascual, el primer anuncio: el Señor Jesús ha resucitado, el Señor Jesús te ama, ha dado su vida por ti; resucitado y vivo, está a tu lado y te espera todos los días".
El Papa invitó a no olvidarlo y aseguró que "se nos pide que no dejemos de poner por encima de todo el anuncio principal de la fe: el Señor ha resucitado".
"No hay un contenido más importante, nada es más sólido y actual. Cada aspecto de la fe es hermoso si permanece unido a este centro, si está permeado por el anuncio pascual. Si se le aísla, pierde sentido y fuerza".
El Pontífice explicó que "a Dios-Amor se le anuncia amando: no a fuerza de convencer, nunca imponiendo la verdad, ni mucho menos aferrándose con rigidez a alguna obligación religiosa o moral".
"A Dios se le anuncia encontrando a las personas, teniendo en cuenta su historia y su camino. El Señor no es una idea, sino una persona viva: su mensaje llega a través del testimonio sencillo y veraz, con la escucha y la acogida, con la alegría que se difunde. No se anuncia bien a Jesús cuando se está triste; tampoco se transmite la belleza de Dios haciendo sólo bonitos sermones. Al Dios de la esperanza se le anuncia viviendo hoy el Evangelio de la caridad, sin miedo a dar testimonio de él incluso con nuevas formas de anuncio".