VATICANO,
El Papa Francisco recibió a las Hermanas Hospitalarias de la Misericordia, Instituto Religioso de Derecho Pontificio fundado por la Sierva de Dios Princesa Teresa Orsini Doria, y les pidió continuar atendiendo a los enfermos pues en ellos está Jesús.
El Santo Padre les pidió que nunca se rindan ante su "precioso servicio, a pesar de las dificultades que puedan encontrar". "No se cansen de ser amigas, hermanas y madres de los enfermos. Que la oración sea siempre la linfa que sostenga vuestra misión evangelizadora", señaló.
En el encuentro con Francisco participaron unas 130 religiosas. El Papa, entre otras cosas, les recordó que ellas son un "signo concreto de la misericordia" y que ante la debilidad de la enfermedad "no pueden haber distinciones de estado social, raza, lengua y cultura".
"Cuando se acercan a cada enfermo tienen en el corazón la paz y la alegría que son el fruto del Espíritu Santo. Sobre aquella cama de hospital siempre yace Jesús, presente en aquella persona que sufre y es Él quien pide ayuda a cada uno de ustedes. Es Jesús. A veces uno puede pensar: 'algunos enfermos molestan'. ¡Pero también nosotros molestamos al Señor, y nos soporta y nos acompaña! Que la cercanía de Jesús a los más débiles sea vuestra fuerza", pidió Francisco.
El carisma de las Hermanas Hospitalarias de la Misericordia radica en vivir la misericordia, sobre todo con la asistencia a los enfermos, de este modo profesan un cuarto voto de hospitalidad que las obliga a la atención de cualquier hermano afectado física, moral o espiritualmente.
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