VATICANO,
El Papa Francisco advirtió esta mañana, en la Misa en la capilla de la Casa Santa Marta, que la vanidad "es como una osteoporosis del alma", pues intenta enmascarar el exterior para ocultar el vacío interior.
"La vanidad es como una osteoporosis del alma: los huesos desde afuera parecen buenos, pero dentro están todos corroídos", señaló.
El Santo Padre subrayó que "la vanidad nos lleva al engaño", y "la vanidad es enmascarar la propia vida. Y esto enferma el alma, porque enmascara la propia vida para aparentar, para fingir".
En el alma, advirtió, pueden producirse dos inquietudes. Una de estas, indicó, es "buena, que es la inquietud que nos da el Espíritu Santo y hace que el alma esté inquieta para hacer cosas buenas".
Sin embargo, existe también "la mala inquietud, esa que nace de una conciencia sucia".
Este es el caso, señaló, de "esta gente que ha hecho tanto mal, que hace el mal y tiene la conciencia sucia y no puede vivir en paz, porque vive con una irritación continua, en una urticaria que no lo deja en paz".