VATICANO,
En una nueva catequesis de los miércoles, el Papa Francisco puso el acento en la importancia de perdonar y donarse a los otros, porque "Si Dios nos ha perdonado, ¿cómo no vamos a hacerlo nosotros?".
"El amor misericordioso es el único camino a recorrer" por lo que "no debemos olvidar de la misericordia y el don, el perdón y el don, y así el corazón se hace grande en el amor, sin embargo el egoísmo y la rabia crea un corazón pequeño y duro como una piedra, ¿qué preferís vosotros?, ¿un corazón de piedra?".
"El perdón es el pilar que sostiene la vida de la comunidad cristiana porque muestra la gratuidad del amor con el que Dios nos ha amado primero". Así, "el cristiano debe perdonar, porque ha sido perdonado. Todos los que estamos aquí en la plaza hemos sido perdonados, ninguno de nosotros en su vida no ha tenido necesidad del perdón de Dios y porque hemos sido perdonados debemos perdonar, y lo recitamos todos los días en el Padre Nuestro"
El Pontífice dedicó la catequesis al lema del Jubileo de la Misericordia "Misericordiosos como el Padre", que es un "compromiso de vida".
Recordó el Sermón de la Montaña y manifestó que "el Señor nos enseña con ellas que la perfección consiste en el amor, en el que se cumplen todos los preceptos de la ley". Por tanto, "ser misericordiosos significa ser perfectos".
"¿Una persona que no es misericordiosa no es perfecta?", preguntó. "¡No!, ¿una persona que no es misericordiosa es buena? ¡No! La bondad y la perfección tienen su raíz en la misericordia".