VATICANO,
En un encuentro con nuncios –representantes del Pontífice en cada país– llegados de todo el mundo en el Vaticano, el Papa Francisco expuso en un discurso cómo deben desarrollar su misión: Servir con sacrificio como humildes enviados, acompañar a las iglesias con corazón de Pastores.
"Ustedes tocan con la mano la carne de la Iglesia, el esplendor del amor que la hace gloriosa, pero también las llagas y las heridas que la hacen mendigar de perdón", les dijo. "Con genuino sentido eclesial y humilde búsqueda del conocimiento de los diversos problemas y temáticas, hacen a la Iglesia y al mundo presenten en el corazón del Papa".
Servir con sacrificio como humildes enviados
Francisco recordó que en su misión están llamados a "llevar a cada uno la caridad premurosa de quien representáis, siendo así aquellos que sostienen y tutelan, que está preparado para sonreís y no solo para ir con prisas, que está disponible para escuchar antes de decidir, para dar el primer paso en eliminar tensiones y favorecer la comprensión y la reconciliación".
En definitiva, "sin humildad ningún servicio es posible y fecundo", subrayó. La humildad del nuncio "pasa por la actitud serena de estar donde el Papa ha querido que vayáis y no con el corazón distraído en la espera del próximo destino". "Estar allí con el corazón y la mente sin división; deshacer el equipaje para compartir las riquezas que se llevan con sí, pero también para recibid cuanto no sea posible todavía".
El Pontífice también dijo que "observar, analizar y referir son verbos esenciales pero no suficientes en la vida de un nuncio". "Encontrar, escuchar, dialogar, compartir, proponer y trabajar juntos" también son fundamentales.