MADRID,
El hombre de origen marroquí detenido la pasada semana por haber causado un incendio en una iglesia de la localidad de Fontellas, en Navarra (España) ha vuelto a ser arrestado por destrozar una cruz y varias imágenes en otra iglesia de Ribaforada, también en Navarra.
Según informan desde la diócesis de Navarra, tras el incendio de las vírgenes de Fontellas, el autor confesó los ataques y reconoció haber cometido los actos en defensa del yihadismo y no mostrar arrepentimiento.
"El autor de los hechos fue detenido (la primera vez) y puesto en libertad con una sola orden de alejamiento de 10 metros de edificios y actos católicos", precisan.
Sin embargo, "pocos días después ha reincidido en sus actos de odio hacia la Iglesia Católica", denuncian.
Su siguiente objetivo fue la localidad de Ribaforada, lugar en el que reside, un pueblo de Navarra en el norte de España.