VATICANO,
El Papa Francisco reflexionó hoy sobre el ser humano, la "obra maestra" de la creación de Dios; y explicó que cuando la dignidad del hombre se negocia y en el corazón se reemplaza al Señor por ídolos como las riquezas, la persona se hace "un autogol".
Así lo indicó el Santo Padre en la Sala Clementina del Palacio Apostólico en el Vaticano en su discurso a los participantes de la Semana Bíblica Nacional en Italia, quienes reflexionan sobre el tema "Hagamos al ser humano hombre y mujer: Declinaciones de la polaridad hombre – mujer en las Escrituras".
Ante los miembros de la Asociación Bíblica Italiana, el Papa explicó que "existe la posibilidad de que esta dignidad, conferida a nosotros por Dios, se degrade. Por decirlo en términos futbolísticos, ¡el hombre tiene la capacidad de hacerse un 'autogol'! Esto sucede cuando negociamos la dignidad, cuando abrazamos la idolatría, cuando hacemos lugar en nuestro corazón para la experiencia de los ídolos".
"Durante el éxodo de Egipto, cuando el pueblo estaba cansado porque Moisés tardaba en bajar del monte, fue tentado por el demonio y se construyó un ídolo. Y el ídolo era de oro. ¡Todos los ídolos tienen algo de oro! Esto hace pensar en la fuerza atractiva de las riquezas, en el hecho de que el hombre pierde la propia dignidad cuando en su corazón las riquezas toman el lugar de Dios".
El Pontífice remarcó que "en vez de eso, Dios nos ha dado la dignidad de ser sus hijos. De esto deriva también una pregunta: ¿Cómo puedo compartir esta dignidad para que se desarrolle una reciprocidad positiva? ¿Cómo puedo hacer para que el otro se sienta digno? ¿Cómo puedo 'contagiar' dignidad? Cuando alguno desprecia, segrega, discrimina, no contagia dignidad, al contrario".
"Nos hará bien preguntarnos con frecuencia: ¿Cómo asumo mi dignidad? ¿Cómo la hago crecer? Y nos hará bien también examinarnos para descubrir si es que contagiamos dignidad en nuestro prójimo".