ROMA,
El Secretario personal de Benedicto XVI, Mons. Georg Gänswein, y Prefecto de la Casa Pontificia intervino este lunes en la presentación en Munich (Alemania) del libro "Últimas conversaciones", escrito por el periodista Peter Seewald, descrito como una conversación de "corazón a corazón" con el Papa Emérito.
"He de reconocer que la lectura de estas conversaciones más de una vez despertó en mí la imagen atrevida del 'Principito', de Antoine de Saint-Exupéry -si me permiten tomarla prestada del piloto y poeta del cielo francés", dijo el Prelado en la presentación del libro realizada en la Literaturhaus.
"Y al hacerlo sonrío: un pequeño príncipe con zapatos papales de color rojo (¡los zapatos de un pescador!) que cayó, para nuestro tiempo, de una estrella distante como un mensajero del cielo", resaltó el Prelado en referencia a Benedicto XVI.
En este coloquio se destaca la simplicidad y la inocencia en el que "el mismo hombre de Iglesia así de erudito, en más de una ocasión, con sus respuestas, parece un niño inocente, misterioso e insondable, que durante mucho tiempo estuvo sentado en el trono de Pedro".
"Un niño del Espíritu Santo que, en medio de un brillante análisis cuenta naturalmente como si le divirtiera jugar a 'no te enojes y cosas similares', a pesar de que sin embargo por mucho tiempo también había 'necesidad de un ánimo fuerte para dirigir toda esa inmundicia' que, por ejemplo, pasó por debajo de sus ojos cuando era jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe".
Benedicto XVI, continuó el Arzobispo, puede ser descrito como "un gran niño de Dios con una dulzura desarmada que, como San Agustín, anhela apasionadamente llegar finalmente a aquel 'siempre' del cual se habla en el Salmo 105: 'Busquen siempre Su voluntad': un niño que aún quiere regresar a casa 'dónde será de nuevo así de bello como era en nuestra casa cuando éramos niños'".