VATICANO,
En su discurso esta mañana ante más de 100 obispos de territorios de misión que participan de un seminario de estudio organizado por el Vaticano, el Papa Francisco alertó ante las acechanzas del diablo que tiene dos armas "para destruir a la Iglesia desde dentro": la división y el dinero.
El Santo Padre hizo esta advertencia ante los prelados de reciente nombramiento que sirven en territorios de misión y que en estos días participan en Roma del seminario de estudio, organizado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, de la cual dependen.
En su discurso, el Pontífice alentó a los obispos a vigilar "atentamente para que todo lo que se realiza para la evangelización y las diversas actividades pastorales de las que son ustedes promotores no sea dañado o frustrado por divisiones ya presentes o que se pueden crear".
"Las divisiones son el arma que el diablo tiene más a la mano para destruir la Iglesia desde dentro. Tiene dos armas, pero la principal es la división: la otra es el dinero. El diablo entra por las rendijas y destruye con la lengua, con los chismes que dividen y el hábito de chismorrear, que es una costumbre de 'terrorismo'".
"El chismoso –dijo el Papa– es un 'terrorista', que lanza la bomba –el chisme– para destruir. Por favor, luchen contra las divisiones, porque es una de las armas que tiene el diablo para destruir a la Iglesia local y la Iglesia universal".
Francisco dijo a los obispos que, de modo particular, presten atención a "las diferencias debidas a las varias etnias presentes en un mismo territorio que no deben penetrar en la comunidad cristiana hasta prevalecer sobre su bien".