MADRID,
Ruth Beitia, ganadora de la medalla de oro en salto de altura en las Olimpiadas de Río de Janeiro 2016 ha explicado cómo la fe le ha ayudado en su vida deportiva. "Claro que rezo, como cristiana y católica que soy", afirmó en varias entrevistas.
La atleta española, de 37 años, tras ganar la medalla de oro, confesó públicamente su fe y recordó a su madre con la palabra "Acapulco", un juego de palabras que tienen entre ellas y que le ayuda a rezar y a mantener la presencia de Dios durante las competiciones.
"Mi madre siempre me dice que rece y, para que mi padre no le diga: 'Isa, déjala en paz, que la niña tiene que saltar', siempre me anima a que me acuerde de Acapulco. Es como un truco que usa para recordarme que rece. Es un juego de palabras", declaró la saltadora al semanario católico Alfa y Omega.
"Y sí, sí, Ruth Beitia reza. Claro que rezo, como cristiana y católica que soy", añadió al semanario católico la saltadora.
La campeona olímpica explica en la entrevista que cuando visita un lugar nuevo por sus competiciones suele entrar a alguna iglesia para rezar. "Le doy gracias a Dios todos los días. Sobre todo a la Virgen. Soy muy devota de la Virgen del Carmen y de la Virgen del Mar".