VATICANO,
"¿Cómo está el corazón de cada uno de nosotros? ¿Está en paz?", cuestionó el Papa Francisco la mañana del 8 de septiembre en la Misa de la capilla de la Casa Santa Marta, en la Fiesta de la Natividad de la Virgen María. Si en el corazón de cada uno no hay paz, advirtió, no la habrá en el mundo.
El Santo Padre subrayó en su homilía que "la paz no se hace de un día para el otro", sino que "la paz es un don, pero un don que debe ser trabajado cada día".
"Estamos viviendo en guerra y todos piden la paz", dijo, y precisó que "nosotros también debemos acoger el don de la paz y hacerle camino en nuestra vida, hacer que entre en nosotros, hacer que entre en el mundo".
"La paz es un don que se vuelve artesanal en las manos de los hombres. Somos nosotros, los hombres, los que tenemos que dar un paso hacia la paz, cada día: es nuestro trabajo. Es nuestro trabajo con el don recibido: hacer la paz", dijo.
Francisco señaló que la paz debe trabajarse "en las cosas pequeñas, en lo pequeño del día a día".
"No bastan los grandes manifiestos por la paz, los grandes encuentros internacionales, si luego esta paz no se hace en lo pequeño", indicó.