ROMA,
Entre las miles de personas que llegaron a Roma para participar en la canonización de la Madre Teresa de Calcuta se encuentran Lourdes y Chema, dos españoles que siempre han tenido muy presente a la santa y las Misioneras de la Caridad, a quienes ayudaron varios años e incluso dedicaron parte de su viaje de bodas.
"Hemos estado cuatro veranos ayudando a las Misioneras de la Caridad. El primero fuimos a Rumanía en una casa de enfermos mentales. Chema estuvo en una casa y yo en otra", relata Lourdes a ACI Prensa.
"Vivíamos con ellas el día a día, su vida de oración y el trabajo en las casas en el exterior. Cada sábado por ejemplo acudían a un psiquiátrico para ayudar a los pacientes", recuerda.
"Al siguiente año fuimos a Etiopía, a una casa que tienen en la capital con mil enfermos y moribundos en la que tenían diferentes secciones: adultos, niños, mujeres".
"Nosotros íbamos para participar de su espiritualidad y también ayudar a esos niños con un programa de estimulación que nos enseñaban previamente en Madrid" y "la verdad es que fue un verano muy especial", destaca la joven madre de cuatro hijos que se encuentra a Roma con su hijo mayor de 4 años.
"Todos los días teníamos Misa a primera hora de la mañana y luego cada uno se iba a su lugar de trabajo, después les dábamos de comer hasta que se iban a dormir la siesta y entonces íbamos nosotros a almorzar. Después volvíamos a hacerles la terapia, jugábamos con ellos y acudíamos a la exposición del Santísimo que había todos los días", dice Chema.