VATICANO,
Miles de personas participaron por la mañana en el Vaticano de la Misa de acción de gracias por la canonización de la Madre Teresa de Calcuta justo en el día que se celebra también la Fiesta de Santa Teresa de Calcuta cuando se cumplen 19 años de su muerte.
La celebración fue presidida por el Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin, quien afirmó en la homilía que la santa nunca se dejó llevar por las modas ni se inclinó ante los poderosos y los ídolos del momento.
Madre Teresa "defendió con coraje la vida por nacer, con esa franqueza de palabra y linealidad de acción que es la señal más luminosa de la presencia de los profetas y de los santos, los cuales no se arrodillaban a ninguno excepto ante el Omnipotente, son interiormente libres porque son fuertes y no se inclinan frente a las modas o los ídolos del momento, sino que se reflejan en la conciencia iluminada del sol del Evangelio".
"¡Cuántos motivos tenemos para estar profundamente agradecidos al Señor!", exclamó el purpurado. "Le damos gracias por el heroico testimonio de fe de los santos con el cual Él hace siempre fecunda su Iglesia y nos dona a nosotros, sus hijos, un signo seguro de su amor".
Sobre la nueva santa afirmó que "con su incesante oración, que nacía de grandes obras de misericordia corporal y espiritual, fue un nítido espejo del amor de Dios y un admirable ejemplo de servicio al prójimo, especialmente a las personas más pobres, abandonadas".
Madre Teresa "amaba definirse como un 'lápiz en las manos del Señor'" y "abrió los ojos al sufrimiento, la abrazó con la mirada de compasión, todo su ser ha sido interpelado y movido por este encuentro que le ha –en cierto sentido– perforado el corazón, sobre el ejemplo de Jesús, que se ha conmovido por el sufrimiento de la criatura humana, incapaz de recuperarse sola".