VATICANO,
La Madre Teresa de Calcuta era la primera en llegar a la capilla de su casa cada día a las 5 a.m. para iniciar el día en oración. La Misa diaria y la confesión semanal fueron los elementos básicos de la vida espiritual de la próxima santa.
A dos días de su canonización, hoy en el Vaticano la hermana Mary Prema, segunda sucesora de la beata como superiora de las Misioneras de la Caridad, y el postulador de su causa, P. Brian Kolodiejchuk, revelaron varios detalles de la intensa relación de Madre Teresa con la oración.
"En la vida de las religiosas el amor de Jesús era siempre puesto en práctica". "Durante la oración de la mañana, a las 5 a.m., ella era siempre era la primera en llegar a la capilla para demostrar a Jesús cuánto lo amaba", explicó Sor Prema.
"Después de la oración y la Misa ella estaba preparada para ayudar a todos. Dedicaba todo el tiempo a dar instrucciones a las hermanas de cómo vivir en modo práctico esta experiencia de espiritualidad, de abandono frente al Señor", agregó.
"Cada vez que fallábamos en algo ella siempre nos animaba a continuar. Yo siempre he sentido esta cercanía de ella, siempre nos llevaba más cerca de Jesús y de la Virgen María".
Por su parte, el Postulador de la Causa, el P. Brian Kolodiejchuk, expresó que "es justo que Madre Teresa se canonizada en este Año de la Misericordia porque ella era consciente de la misericordia de Dios y de la pobreza".