Cada 1 de septiembre la Iglesia celebra a San Gil, a quien se conoce también como San Egidio Abad.
Entre los “auxiliadores”
San Gil (en latín: Aegidius, en francés: Gilles, en italiano: Egidio), a veces llamado Egidio el Eremita, fue un monje benedictino de origen griego que vivió entre los siglos VI y VII. La tradición lo ha erigido como ejemplo de bondad y espíritu misericordioso. Sus biógrafos suelen destacar en él la delicadeza y sabiduría con la que trataba a todo aquel que acudía a su presencia, así como su ánimo constante para llamar a todos a la conversión.
Una antigua devoción germánica lo coloca entre los "catorce santos auxiliadores", es decir, entre aquellos bienaventurados famosos por “su eficacia” para responder a las solicitudes de sus devotos.
Francia, tierra de santidad
Egidio nació en Atenas (Grecia, en ese momento parte del Imperio Bizantino) en el seno de una familia noble y rica. La fecha exacta de su nacimiento es incierta, pero se cree que fue alrededor del año 640.