BUENOS AIRES,
Unos 40 mil fieles y 36 obispos de Argentina participaron en la ceremonia de beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, este sábado 27 de agosto.
La misa se celebró en Santiago del Estero en Argentina y comenzó a las 11:00 a.m. (hora local). Fue presidida por el delegado del Papa Francisco y Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato.
En la Plaza Monseñor Gerardo Sueldo, el Cardenal Amato dijo que Mama Antula fue "pionera en la formación de los laicos y de los sacerdotes en la vida de comunión con Jesús mediante la práctica de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola. Por amplitud y por resultados su apostolado, dicen los testimonios, superaba largamente el de muchos celosos sacerdotes".
"En la base de este incansable apostolado había una vida interior alimentada por una gran fe en Dios (...) María Antonia era una enamorada de Jesucristo y una enamorada de la Eucaristía. Alimentaba una especial devoción al niño Jesús, el Manuelito, como lo llamaba afectuosamente", recalcó el Purpurado.
El Cardenal destacó luego que el celo de Mama Antula "era extraordinario, trataba del mismo modo a los grandes y a los pequeños, al noble y al plebeyo, al rico y al pobre, al patrón y al doméstico, a las damas de la alta sociedad y a las del pueblo. Con todos era amable, sincera, afable. Este espíritu de caridad fue transmitido por ella a mujeres pías que siguieron sus huellas y se convirtieron también ellas en portadoras de agua fresca evangélica".
"Hoy finalmente Argentina puede poner al lado del Beato José Gabriel Brochero, apóstol y benefactor del pueblo, la igualmente gigantesca figura de esta mujer que ha transformado su sacerdocio común en apostolado dinámico valiente. Que ha traído a través de los siglos frutos copiosos de santidad y de coherencia evangélica".