ROMA,
Los equipos de rescate están en una carrera contra el tiempo para salvar el mayor número de personas posibles que se hallan bajo los escombros de los poblados del centro de Italia, devastados por el terremoto de 6,2 grados que hasta el momento ha ocasionado más de 250 muertos.
Según se informó, a los rescatistas se han sumado voluntarios y residentes de los poblados de Amatrice, Accumoli y Pescara del Tronto, los más golpeados por el sismo. Hay que indicar que estos lugares estaban llenos de turistas en el momento del desastre natural.
Los trabajos han continuado toda la noche y también se está usando maquinaria pesada. Asimismo, a los seis bomberos del Vaticano enviados por el Papa Francisco, se han sumado un contingente del Cuerpo de la Gendarmería Vaticana.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Italiana designó la entrega inmediata de 1 millón de euros de los fondos interdiocesanos para ayudar a los damnificados y anunció una colecta nacional en todas las parroquias el 18 de septiembre, coincidiendo con el 26º Congreso Eucarístico Nacional. "La Iglesia en Italia se recoge en oración por todas las víctimas", expresó en un comunicado.
Miles de residentes han visto sus casas reducidas a escombros y por el momento, la agencia de Protección Civil de Italia ha establecido tiendas de campaña para albergar a los damnificados.
En declaraciones a la prensa el alcalde de Amatrice, Sergio Pirozzi, dijo que "la mitad de la localidad ya no existe, la gente está bajo los escombros". Además confirmó que los derrumbes de varios edificios y puentes complican el acceso a la zona para tratar de ayudar a las personas que se encuentran "bajo los escombros".