Hoy se da inicio a la Novena a San Agustín de Hipona, Doctor y Padre de la Iglesia, patrono de los que buscan a Dios.
Agustín nació el 13 de noviembre del año 354 en Tagaste, ciudad del Imperio romano ubicada en el norte de África (actual Argelia). Recibió de sus padres el nombre de Aurelius Augustinus (Aurelio Agustín), y de acuerdo al consenso de los estudiosos perteneció a la etnia bereber o amazigh, una de las tantas comunidades indígenas que habitaban la región.
Patrono del que anhela la verdad
Se suele decir que San Agustín es ‘el patrono de los que buscan a Dios’ porque nació de padre pagano -su madre era cristiana- y vivió como tal hasta la adultez, cuando tras una prolongada búsqueda espiritual e intelectual, abrazaría la fe en Jesucristo. Por esta razón, su historia personal se ha hecho paradigmática de toda conversión difícil o tardía.
Su madre, Santa Mónica, oró incansablemente por ver a su hijo, Agustín, vuelto hacia Jesús; mientras que el anhelo de este por la verdad lo iban transformando en la prueba fehaciente de lo poco que importa cuán lejos se esté del Señor: como Él espera con los brazos abiertos a todos sus hijos, siempre será posible encontrarle o volver a Él si se le busca con sinceridad.