VATICANO,
En sus palabras previas al rezo del Ángelus, frente a una Plaza de San Pedro colmada de fieles y peregrinos, el Papa Francisco alentó a prepararnos para el encuentro final con el Señor sirviendo a los demás y rechazando las injusticias.
Para poder participar en "el día luminoso de la eternidad", dijo el Santo Padre, es necesario "estar preparados, despiertos y comprometidos en el servicio a los demás".
Reflexionando sobre el Evangelio de hoy, Francisco indicó que "Jesús habla a sus discípulos del comportamiento a seguir en vista al encuentro final con Él, y explica cómo la espera de este encuentro debe impulsar a una vida rica de obras buenas".
"Es una invitación a dar valor a la limosna como obra de misericordia, a no poner confianza en los bienes efímeros, a usar las cosas sin apego al egoísmo, pero según la lógica de Dios, la lógica de la atención a los demás, la lógica del amor".
El Señor, dijo el Papa, "se ha hace presente cada día, llama a la puerta de nuestro corazón. Y será beato quien le abra, porque tendrá una gran recompensa: es más el Señor mismo se hará siervo de sus siervos".