MADRID,
La familia siria Janawi-Battika nunca pensó que asistir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011 los ayudaría tiempo después a salvarse de la guerra que sigue azotando a su país en Medio Oriente.
Fadi Janawi y Rim Battika narraron, en una entrevista concedida a ACI Prensa en agosto de 2016, que aunque para ellos se trataba de una peregrinación a Europa y una oportunidad de ver al Papa Benedicto XVI junto con otras 80 personas de su parroquia de Alepo (Siria), finalmente el viaje a Madrid en agosto de 2011 se convertiría en su única esperanza para escapar de la guerra.
"Cuando vinimos a la JMJ de Madrid nos acogió una familia en Toledo durante los cinco días que duró el viaje. Lo pasamos muy bien, nos acogieron muchísimo. Cuando terminaron esos días, los invitamos a que nos visitaran en Siria porque por entonces aún no había estallado la guerra", explicó el padre de la familia, Fadi Janawi.
La amistad que nació entre las familias en la JMJ continuó durante tres años. Intercambiaban correos electrónicos y mantuvieron el contacto, hasta que la guerra estalló en Siria; y Alepo quedó dividida en una zona controlada por el Gobierno y otra por los rebeldes.
"Pasamos casi dos años y medio en la guerra. Pero llegó un momento en el que la situación era insostenible. Cuando salíamos a la calle no sabíamos si volveríamos con vida", afirmó Fadi.
Por eso, él y su esposa Rim comenzaron a pensar en salir del país de manera ilegal, pero después recordaron a la familia toledana y vieron en ellos su única esperanza.