VATICANO,
El Papa Francisco recibió este jueves a los miembros de la Orden de los Predicadores (dominicos), que están celebrando el jubileo por sus 800 años de fundación, para alentarlos a encarnar "el Evangelio a través de la predicación, el testimonio y la caridad: tres pilares que afianzan el futuro de la Orden, manteniendo la frescura del carisma fundacional".
El Santo Padre recibió a los dominicos momentos antes de partir hacia Asís para celebrar también los 8 siglos de la "Fiesta del Perdón" con los hijos espirituales de San Francisco.
En su discurso, Francisco destacó el significado especial que tiene cumplir "ocho siglos desde que el Papa Honorio III confirmó la Orden de los Predicadores" fundada por Santo Domingo de Guzmán. "Me uno a ustedes en acción de gracias por los abundantes dones recibidos durante este tiempo", afirmó el Papa.
"Este octavo centenario –indicó– nos lleva a hacer memoria de hombres y mujeres de fe y letras, de contemplativos y misioneros, mártires y apóstoles de la caridad, que han llevado la caricia y la ternura de Dios por doquier, enriqueciendo a la Iglesia y mostrando nuevas posibilidades para encarnar el Evangelio a través de la predicación, el testimonio y la caridad: tres pilares que afianzan el futuro de la Orden, manteniendo la frescura del carisma fundacional.
El Papa recordó que la predicación es "la misión que Jesús encomendó a los Apóstoles", sin embargo, advirtió que "sin una fuerte unión personal con Él, la predicación podrá ser muy perfecta, muy razonada, e incluso admirable, pero no toca el corazón, que es lo que debe cambiar".
En ese sentido, señaló que "transmitir más eficazmente la Palabra de Dios requiere el testimonio: maestros fieles a la verdad, y testigos valientes del Evangelio", porque "el testigo encarna la enseñanza, la hace tangible, convocadora, y no deja a nadie indiferente; añade a la verdad la alegría del Evangelio, la de saberse amados por Dios y objeto de su infinita misericordia".