ROMA,
Uno de los Arzobispos más cercanos al Papa Francisco, el Cardenal Sean O'malley, de Boston (Estados Unidos), comentó para ACI Prensa el resultado de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada recientemente en Cracovia (Polonia).
"Ha sido un exitazo; miles de muchachos que han venido de todas partes del mundo y que han quedado realmente transformados de la experiencia de estar con el Santo Padre y con sus hermanos y hermanas en la fe, han visto desde cerca la catolicidad de la Iglesia, la universalidad y les ha reafirmado mucho en su compromiso de discípulos", afirmó el Cardenal.
El Purpurado, que es miembro del Consejo de Cardenales para la reforma de la Curia instituido por el Papa, aseguró que "para mí estos días de la JMJ siempre son una bendición muy grande, desde que comenzaron (en 1985) son varios millones de jóvenes los que han venido a participar. "Este ha sido un don de San Juan Pablo II para la Iglesia, y todavía estamos cosechando la gracia que él sembró".
Francisco "está muy contento con los jóvenes, su mensaje en la Vigilia fue bellísimo, creo que los muchachos estaban entusiasmados, muy contentos de recibir sus palabras y para él sé que es una fuente de mucha energía la vitalidad de la Iglesia en la juventud".
En su opinión, "el Papa es incombustible, es el Espíritu Santo el que le hace tener esa energía y también la presencia de tantos jóvenes le entusiasma muchísimo".
Sobre los mensajes que dio el Pontífice esos días a los jóvenes a través de sus discursos, el Cardenal O'Malley destaca el de la Vigilia, en el que les invitó a dejar la parálisis y anestesia que la sociedad les impone. "Es muy importante eso que les dijo de acabar con la parálisis, con la anestesia, necesitamos que los jóvenes estén comprometidos con la misión de la Iglesia", dijo.