VATICANO,
El Papa Francisco presidió este miércoles la Audiencia General de los miércoles luego de una pausa de un mes y tras haber participado en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2016. El Pontífice destacó pasajes de su reciente visita a Polonia para recordar a Europa que no tendrá futuro sin sus valores fundamentales y que este mundo en guerra necesita el signo de esperanza de la fraternidad.
A continuación el texto completo gracias a Radio Vaticana:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy quisiera reflexionar brevemente sobre el Viaje Apostólico que he realizado en los días pasados a Polonia.
La ocasión del Viaje ha sido la Jornada Mundial de la Juventud, a 25 años de aquella histórica celebrada en Cz?stochowa poco después de la caída de la "cortina de hierro". En estos 25 años, Polonia ha cambiado, ha cambiado Europa y ha cambiado el mundo, y esta JMJ se ha convertido en un signo profético para Polonia, para Europa y para el mundo. La nueva generación de jóvenes, herederos y continuadores de la peregrinación iniciada por San Juan Pablo II, han dado la respuesta a los desafíos de hoy, han dado un signo de esperanza, y este signo se llama fraternidad. Porque, justamente en este mundo en guerra, se necesita fraternidad; se necesita cercanía; se necesita dialogo; se necesita amistad. Y este es el signo de la esperanza: cuando hay fraternidad.
Iniciemos justamente de los jóvenes, que han sido el primer motivo del Viaje. Una vez más han respondido a la llamada: han venido de todo el mundo – algunos de ellos todavía están aquí – una fiesta de colores, de rostros diversos, de lenguas, de historia diversas. Yo no sé cómo hacen: hablan diferentes lenguas, pero logran entenderse ¿y por qué? ¡Porque tienen la voluntad de ir juntos, de hacer puentes, de fraternidad! Han venido también con sus heridas, con sus interrogantes, pero sobre todo con la alegría de encontrarse; y una vez más han formado un mosaico de fraternidad. Se puede hablar de un mosaico de fraternidad.