SANTIAGO,
Tras la profanación con pintas obscenas a la imagen de Nuestra Señora de los Suspiros en Chile el pasado 17 de julio, numerosos fieles se congregaron para pedir por la conversión de los responsables en un acto de desagravio presidido por el Obispo de Melipilla, Mons. Cristián Contreras Villarroel.
El acto del domingo 31 de julio comenzó con una procesión desde la costanera de la playa de Cartagena hasta la ermita donde se encuentra la imagen de la Virgen, que se encontraba sin cirios ni flores en señal de penitencia.
En ese lugar, a unos 111 kilómetros al oeste de Santiago, los fieles pidieron perdón a Dios por el acto cometido y por la conversión de los sujetos que lo hicieron, cuyas identidades aún se desconocen. Luego Mons. Contreras bendijo la imagen y finalmente volvieron a encender las velas depositadas a los pies de la Virgen.
El acto terminó con la celebración de la Eucaristía en la Parroquia Virgen Medianera de Cartagena.
En su homilía, Mons. Contreras señaló entre otros aspectos que un acto como este "obedece a una crisis de la figura paterna y cuando falta la figura paterna, que es la que establece los límites, que indica los horizontes, se produce un descalabro, la persona no puede salir adelante y va obteniendo malas juntas y malos ejemplos".